El increíble dominio de Holanda en el óvalo

La holandesa Jorien ter Mors rumbo a la victoria en los 1.500 metros del patinaje de velocidad de los Juegos Olímpicos de Invierno, el domingo 17 de febrero de 2014, en Sochi, Rusia. (AP Foto/Patrick Semansky)
Sochi, Rusia, 18 de febrero. El patinaje sobre hielo es el deporte predilecto de los holandeses, nada más falta voltear la mirada a las tribunas de las grandes citas para descubrir que el color naranja cubre amplias secciones.
La pasión hacia los patinadores de velocidad holandeses es similar a la que los hinchas de fútbol rinden a sus selecciones nacionales.
Una explicación sobre el delirio que arrebata al país de 17 millones de habitantes por esta disciplina de los Juegos Olímpicos de Invierno es que un cuarto de su territorio se encuentra por debajo del nivel del mar. Sus canales y lagos se congelan durante los meses de frío. No nieva mucho y tampoco tienen montañas elevadas para esquiar, así que en Holanda no hay más remedio que patinar.
Y aquí, en el óvalo de la Adler Arena de Sochi, los holandeses están ofreciendo un auténtico recital, con un desempeño arrollador que no se atestiguaba desde los equipos de la Alemania Oriental en la década de 1980.
Los holandeses han conseguido hacer el 1-2-3 en el podio en tres de las ocho pruebas que se han disputado; de hecho, la última barrida se remontaba a 1998.
También se convirtieron en el primer país en la historia olímpica que acaparó los cuatro primeros lugares de una prueba, los 1.500 metros femeninos.
Toda la cosecha de medallas de Holanda es por obra y gracia de sus patinadores, ya que no han ganado nada en otros deportes.
Con un total de 17 preseas, los holandeses amanecieron el lunes al frente de la tabla de medallas que refleja la contabilidad acumulada de los tres metales. Sus patinadores de velocidad son responsables de 16 podios, y los de pista corta aportaron el otro.
El récord previo de más medallas en patinaje de velocidad en una sola justa fue fijado por Alemania Oriental, al adjudicarse 13 en 1988.
Cuando Jorien ter Mors conquistó el oro en los 1.500 el domingo, su actuación estableció un hito al convertirse en la primera mujer en disputar pruebas de patinaje tanto en la pista larga como en la corta de una cita olímpica. El letón Haralds Silovs lo hizo en Vancouver 2010, donde en un mismo día compitió en los 5.000 metros de pista larga y en los 1.500 de pista corta.
Y Ter Mors tendrá una oportunidad para el doblete en ambas pistas, cuando desde el martes participe en los 1.000 metros.
“Nuestro objetivo global, de la delegación entera, era conseguir nueve medallas”, dijo Marrit Leenstra, la patinadora que quedó cuarta en los 1.500. “Esto es histórico. Nunca nos había ido tan bien en unos Juegos de Invierno”.
Y los holandeses van por más. Asoman como favoritos en tres de las últimas cuatro pruebas de velocidad que faltan por disputar, así que su total de cinco oros puede ensancharse.
“Voy a celebrar con prudencia porque aún nos queda bastante”, dijo Ter Mors.
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