Lifelike, una realidad a gran escala en Phoenix Art Museum

Lifelike, una exhibición compuesta por cerca de 70 obras contemporáneas que navegan entre la realidad y la ilusión, llega a Phoenix Art Museum procedente del Walker Art Center en Minneapolis, Minn., y estará abierta al público hasta el 18 de mayo en la galería Steele.
Phoenix, Arizona. Especial de Primavera 2014. La realidad se define como un estado en donde todas las cosas realmente existen y claramente difieren de la manera en la que hubieran sido concebidas. Pero, como John Lennon alguna vez lo señalara, la realidad deja mucho a la imaginación, y nunca está más presente que en Lifelike, una exhibición compuesta por cerca de 70 obras contemporáneas que navegan entre la realidad y las ilusiones llenas de imaginación. Lifelike llega a Phoenix Art Museum procedente del Walker Art Center en Minneapolis, Minn., y estará abierta al público hasta el 18 de mayo en la galería Steele.
La exhibición incluye cerca de 70 trabajos contemporáneos únicos, desde escultura e instalación hasta pinturas y fotografías, algunas de ellas creadas desde 1960, con un enfoque especial en los últimos quince años. Presenta obras de artistas fecundos y aclamados tales como Ai Weiwei, Susan Collis, Gerard Richter, Chuck Close, Kaz Oshiro, Thomas Demand y Vija Celmins.
“Phoenix Art Museum se honra y emociona al tener la oportunidad de traer una colección de artistas internacionales de esta magnitud al Valle del Sol, comentó el director de Sybil Harrington del Phoenix Art Museum, James K. Ballinger.
Sin embargo, junto con artistas de los siglos XX y XXI aclamados por la crítica, la exhibición también ofrece una nueva perspectiva. “Lifelike explora lo extraordinario en lo ordinario a través de objetos que son recreados hábilmente mediante artes manuales. Nunca volveremos a ver estos objetos de la misma manera”, comenta Ballinger.
Estos artículos cotidianos se convierten en poco familiares y extraños conforme se recrean. Los artistas juegan con el tamaño y diferentes técnicas, incluyendo un cartón de leche de ocho y medio pies de alto (Jonathan Seliger, Heartland, 2010), una bolsa de dormir de bronce pintado (Gavin Turk, Nomad, 2001) y una bolsa de plástico rellena de basura tallada en mármol (Jud Nelson, Hefty 2-Ply, 1979-1981).
Lo que hace que estas obras difieran de su contraparte cotidiana es precisamente el arte que se utiliza en su construcción. En esta época de producción en masa, estos objetos únicos sobresalen de la fabricación automática en favor de trabajos manuales meticulosos y con frecuencia disimulados cuidadosamente. “El trabajo de cada pieza recrea lo familiar y promueve una interacción especial entre el artista y el espectador que estudia con detenimiento cada objeto para determinar de qué manera fue creado, su parecido y sus diferencias con los objetos reales, explicó Christian Adame, asistente curador de educación, quien ayudó a montar esta exhibición itinerante. La habilidad y la peculiaridad atraen la atención del espectador. No hay diálogo sin nosotros”.
En el fondo, Lifelike es un espectáculo que va más allá de una interpretación hábil de lo familiar. “Es mucho más que simples objetos cotidianos colocados en una galería, –explicó Adame–. Estas obras resaltan los aspectos más hermosos de lo que es común y cotidiano, incluso en algo tan sutil como el paso de la luz a través de una puerta de vidrio”.
Lifelike va más allá de la complejidad del mundo del arte contemporáneo y se las ingenia para intrigar al visitante del museo; es una exhibición contemporánea no sólo visualmente accesible sino con un tema que toca nuestra vida cotidiana.
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