Oscar de la Renta, gracia elegancia y estilo, su legado

El diseñador dominicano Oscar de la Renta ha fallecido hoy a los 82 años en su casa en el estado de Connecticut. El ícono latinoamericano de la moda deja tras si décadas de moda, donde vistió con su femeninos y coloridos modelos a prestigiosas actrices, primeras damas y mujeres de la realeza.

21 de Octubre. El diseñador Oscar de la Renta, de 82 años, murió este lunes en su casa del estado de Connecticut, informaron fuentes de la familia. De la Renta, de origen dominicano, tenía cáncer desde hace unos ocho años. Su fallecimiento fue confirmado al diario The New York Times por su viuda, Annette de la Renta.

La información también fue dada a conocer por la cadena de televisión ABC, citando fuentes de la familia no identificadas. De acuerdo con los medios locales, el diseñador pereció en su casa de la localidad de Kent.

Recientemente fue noticia porque un traje de su marca vistió a la abogada Amal Alamuddin en su boda con el actor George Clooney, en Venecia. Una de sus últimas apariciones públicas fue durante la Semana de la Moda de Nueva York, el pasado 9 de septiembre, cuando se presentó visiblemente desmejorado.

–El estilo y elegancia único de sus diseños, su legado –

Cuando muy pocos hispanos se podían dar el lujo de decir que habían triunfado en el mundo entero con su talento, este dominicano de sonrisa fácil, vestía con su elegancia e indiscutible toque latino a las damas de sociedad del mundo entero.

Las pasarelas más prestigiosas se han visto adornadas por años con sus propuestas atrevidas, pero a la vez sofisticadas y elegantes,  vuelos y faldas amplias, sus inigualables trajes de novias y su explosivo colorido, el azul, amarillo, fucsia, así como la naturaleza caribeña representada en estampados florales, todo un deleite visual que sin duda extrañaremos, porque no creemos que será fácil  igualar a un Oscar de la Renta.

Sus diseños únicos han sido llevados igual por Jacqueline Kennedy, Nancy Reagan, Hillary Clinton, Laura Bush o Michelle Obama, convirtiendo en el favorito de las damas que han pasado por la Casa Blanca. Por su puesto la larga lista de actrices y cantantes que han envuelto su figura en sus hermosos vestidos es innumerable, Madonna, Anne Hathaway, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, Shakira, la presentadora Oprah Winfrey,  en fin son muchas las que se han dejado embrujar por el glamour de sus diseños y su moda, que desde la decada de los 60’s ha pasado de generación en generación y ha llenado de orgullo a los hispanos por su gran talento y excelente representación  de la influencia de nuestra cultura en sus hermosos modelos.

En 1971 Óscar de la Renta adquirió la ciudadanía estadounidense y renunció a su ciudadanía dominicana, ya que los Estados Unidos no se admitía en aquel tiempo la ciudadanía dual. Aunque le ofrecieran el cargo de embajador dominicano en los Estados Unidos, De la Renta rechazó separarse de su ciudadanía recién adquirida, y rehusó el nombramiento. Pese a todo, De la Renta siempre se confesó dominicano en su corazón y en sus creaciones de moda, por lo que considera innecesario ostentar todo tipo de nombramiento público.

En 1967 se convirtió en el tercer esposo de Françoise de Langlade (1931-1983), una editora jefe de la revista Vogue y de quien enviudó en 1983, después que se le diagnosticara un cáncer de mama.11 En 1984, sin descendencia hasta ese momento, decide adoptar un niño en República Dominicana, a quien bautiza con el nombre de Moisés de la Renta.12 En 1989, el diseñador contrae matrimonio con Anne France Engelhard (Annette) (1939- ), quien estuvo casada con el editor de la revista American Heritage, Samuel Pryor Reed. Engelhard es la única hija del banquero alemán Fritz Mannheimer y su esposa Marie Annette Reiss.

Una vida sin escándalos dedicada a lo que le apasionó, el gran maestro de la alta costura alguna vez dijo: “En contra de la opinión de muchos, creo que la elegancia es algo con lo que no se nace, se desarrolla a lo largo de la vida y tiene que ver sobre todo con la disciplina con la que se vive y con la proyección personal”.

by María Teresa Bonilla