Una semilla de amor y esperanza que se sembró en Arizona, gracias a Chris Greicius

Garrett es otro de los niños a los que Make -A- Wish Foundation ha hecho realidad sus sueños. A pesar de padecer un desorden genético, el niño de 6 años tiene un deseo como cualquiera de su edad: “Quiero nadar con delfines”. Foto: Maria Bonilla/Panorama Online
“El que alguien toque mi vida es un privilegio,
tocar la vida de alguien es un honor,
pero el ayudar a que otros toquen sus propias vidas
es un placer indescriptible”
– Anónimo –
Por: Maria Teresa Bonilla
Phoenix, Arizona, Especial Panorama Online/ Marzo 2015. La alegría y la sonrisa de Oscar Mauricio López de 6 años contagia a todos los que lo rodean. Sus hermosos y vivaces ojos se quieren salir de la emoción. En un conocido restaurante de comida mexicana de la ciudad de Phoenix, el pequeño comparte un momento inolvidable donde además de saborear su comida favorita, “hot dog, y papitas”, como él mismo lo expresó, Oscar esta allí para recibir un inolvidable regalo en compañía de su padre y hermanos.
Oscar quien nació con Espina bífida, malformación congénita del tubo neural, es uno de los 200 mil niños que desde los inicios de la Fundación Make-A-Wish, hace aproximadamente 35 años, ha recibido el toque de la varita mágica que convierte en realidad la ilusión, los deseos y anhelos de niños con enfermedades que ponen en riesgos sus vidas.
Garrett es otro de los niños a los que Make -A- Wish Foundation ha hecho realidad sus sueños. A pesar de padecer un desorden genético que lo mantiene batallando por su vida, el niño de 6 años tiene un deseo como cualquiera de su edad: “Quiero nadar con delfines”.

Fue precisamente en Arizona donde germinó por primera vez la semilla de la fe y la esperanza de Make
-A- Wish Foundation, para millones de niños en todo el planeta.
En 1980, Chris Greicius un pequeño de 7 años de edad que padecía de leucemia y era en ese entonces paciente del Hospital St. Joseph de Phoenix, soñaba poder vestirse de policía motorizado tal como los protagonistas de la famosa serie de televisión de los 80’s, “CHIPs”.
La policía de caminos de Arizona hizo realidad el sueño de Chris, proporcionándole un uniforme completo e incluso adornando su pequeña motocicleta de juguete con todos los objetos oficiales que usa la policía. La sonrisa y el brillo de su cara gracias a este inolvidable gesto, quedaron grabados en los corazones de los involucrados.
Como en un cuento de hadas estas historias tienen personajes protagónicos y secundarios. Juntos, crean verdaderas e inspiradoras experiencias que dejan un mensaje de esperanza para todos los involucrados y para todos aquellos que de alguna u otra forma quieren llegar a tener un rol en la trama de la misma.
Como Ángeles anónimos sin alas motivados por el amor, ya sean voluntarios o donantes de recursos económicos, son miles las personas que movidos por el gesto de la generosidad contribuyen con su tiempo y trabajo para hacer realidad los deseos de centenares de niños que padecen enfermedades graves.
Carlos Inostroza, un venezolano con un corazón de oro, desempeña un papel protagónico en este “cuento de hadas” con su cargo de “Wish Manager”, lo que en español traduciría algo asi como Gerente de Deseos, en Make-A-Wish Foundation de Arizona. Él es quien se encarga esta vez de llevarnos de la mano por esta experiencia de amor.
Carlos comenta que dentro de su labor, contrario a lo que la gente piensa, no hay tiempo para la compasión y la tristeza, “Cada niño que se acerca a nuestra organización es distinto y único para nosotros, para cada niño su deseo es lo máximo y es lo mejor que le puede pasar en ese momento en su vida”, aseguró.
Según comenta Inostroza, existe una lista considerable de niños hispanos esperando ver convertidos en realidad sus deseos debido a la carencia de voluntarios bilingües para colaborar en casos donde se requiere la comunicación tanto en español como en inglés.
Una varita mágica que toca corazones
Make –A- Wish Foundation de Arizona, casa matriz de esta organización que hoy en día tiene sedes en cada estado de los Estados Unidos y en 30 países alrededor del mundo, trae la esperanza y la alegría a niños y sus familias en momentos críticos apoyados por el alma y la fuerza de la comunidad en general.
” Yo deseo tener una fiesta”, “Yo deseo ir a la Nieve”, “Yo deseo conocer al jugador de golf Tiger Woods”, “ Yo quiero ir a Hawaii”, “Yo quiero una remodelación para mi cuarto, “ Yo quiero ir de compras”… Estos son solamente algunos ejemplos de las peticiones más frecuentes de los niños cuando se les da la oportunidad de vivir la magia a través de un sueño, y donde quizás el límite de Make-A-Wish Foundation para convertirles en realidad sus deseos sea el cielo.
La magia comienza una vez que el niño es elegido luego de ser referido por un médico, trabajador social, sus padres o tutores legales ante la organización. Los involucrados, generalmente de 2 a 3 voluntarios, se encargan de crear una atmósfera especial que resulta inolvidable y donde el niño manifiesta su deseo favorito.
El objetivo principal de todos los que laboran para esta organización es brindarle una felicidad tan grande a cada uno de estos niños, quienes deben tener una edad que oscile entre los 2 y medio y 18 años, que no haya enfermedad que quepa en su cuerpo y lograr que se olviden, aunque sea por un instante, del dolor, la tristeza y la frustración.
Labor de Fe y esperanza
Lo interesante de esta noble causa es que no solo el niño recibe el beneficio de ver convertido en realidad algo que siempre ha anhelado sino que su familia inmediata, padres y hermanos generalmente, también comparten con el esos momentos únicos, incluso muchas veces a un amigo del niño se le permite hacer parte de esta especie de sueño.
En Make-A-Wish de Arizona, que ha sido reconocida como una de las mejores organizaciones sin animo de lucro, se lleva a cabo una labor de amor esperanza que cambia vidas, llevandoles apoyo, fortaleza y alegría a los niños, pero también a sus familias que por un instante se alejan de la angustia de ver a su ser querido pasar por este difícil momento. Y es que muchas de estas familias se envuelven tanto en la enfermedad que no pueden pensar en la diversión o el esparcimiento, no tienen ni el tiempo ni la energía para ocuparse de planear algo, porque lamentablemente el tema de la enfermedad lo envuelve todo.
Una semilla de amor que se sembró en Arizona
Fue precisamente en Arizona donde germinó por primera vez la semilla de la fe y la esperanza para millones de niños en todo el planeta.
En 1980, Chris Greicius un pequeño de 7 años de edad que padecía de leucemia y era en ese entonces paciente del Hospital St. Joseph de Phoenix, soñaba poder vestirse de policía motorizado tal como los protagonistas de la famosa serie de televisión de los 80’s, “CHIPs”.
La policía de caminos de Arizona hizo realidad el sueño de Chris, proporcionándole un uniforme completo e incluso adornando su pequeña motocicleta de juguete con todos los objetos oficiales que usa la policía. La sonrisa y el brillo de su cara gracias a este inolvidable gesto, quedaron grabados en los corazones de los involucrados.
Chris falleció poco después de ver su deseo convertido en realidad, pero su madre y el grupo de individuos que colaboraron junto a ella para darle este momento de gran felicidad, se inspiraron para juntos dar inicio a esta gran organización por la cual millones de niños en tratamientos médicos han recobrado la esperanza y por un instante se han sentido afortunados en medio del momento más difícil de sus vidas.
ACERCA DE MAKE-A-WISH FOUNDATION/ Si desea más información sobre “Make-A-Wish Foundation of Arizona”, sobre cómo hacerse voluntario, cómo ser elegible para la realización de un deseo, realizar donaciones, eventos por venir entre otros temas, puede consultar la página en Internet: www.wishaz.org o comunicarse con el teléfono (602)395-9474 o a la línea gratuita 1(800)324-9474.
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