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Tomarse el tiempo para lo que es importante

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Por Steve Gallardo, Supervisor del Condado Maricopa, Distrito 5

Conocí a Jesús en 2012 cuando él tenía diez años. Provenía del sistema de adopción temporal, necesitaba influencias y actividades positivas. Foto: Steve Gallardo

Panorama Online/ Febrero 2020. Big Brothers Big Sisters of Central Arizona me contactó recientemente para hacerme saber que había sido seleccionado como Gran Hermano del Año (Big Brother of the Year) para esta gran organización. La noticia me hizo pensar en el momento en que me pidieron ser voluntario, en ese momento lo primero que pensé fue: “No tengo tiempo.” Era un senador estatal con ambiciones políticas. ¿Cómo podría encontrar tiempo para guiar a un niño? Pero me di cuenta que esa era la pregunta equivocada. Era mejor preguntarse: ¿Cómo no podría hacer el tiempo?

Conocí a Jesús en 2012 cuando él tenía diez años. Provenía del sistema de adopción temporal, necesitaba influencias y actividades positivas. Al no tener hijos propios, sólo tenía mi infancia para usar como referencia. Me gustaba jugar béisbol, andar en bicicleta, y pasar tiempo con mis amigos en los vecindarios de Maryvale en el lado oeste de Phoenix. Así que puse a Jesús en un equipo de béisbol.

No era mi intención ser el entrenador, pero el equipo necesitaba uno y Jesús quería jugar. Tampoco pensé que tenía tiempo para esto, pero entreno a un grupo de niños del vecindario de Laveen todos los años. Siete años después, todavía estoy entrenando a los Laveen Major Diamondbacks e incluso ganamos un campeonato.

Ahora, cuando Jesús viene conmigo al diamante de béisbol, está ahí para ayudarme

Big Brothers Big Sisters tiene muchos niños y niñas como Jesús, que necesitan esa conexión, incluso si solo se trata de lanzar una pelota de béisbol o ir al cine. Foto: Steve Gallardo

con el entrenamiento y comparte sus conocimientos sobre el juego con otros niños que lo ven como un mentor. Jesús ha cambiado mucho durante este tiempo decisivo para el desarrollo de un joven. Solíamos hablar de Pokémon. Ahora hablamos de temas más relevantes como la política, y Jesús asiste a veces conmigo a eventos comunitarios y reuniones políticas. Quiero que comprenda la importancia de una comunidad y la gente que vive allí. Retribuirle a la comunidad lleva tiempo, pero es casi como si ese tiempo se multiplicara, porque es difícil comprender cómo unas pocas horas a la semana pueden tener un impacto tan positivo.

Big Brothers Big Sisters tiene muchos niños y niñas como Jesús, que necesitan esa conexión, incluso si solo se trata de lanzar una pelota de béisbol o ir al cine. La organización estima que 300 niños y niñas entre las edades de seis y 18 años esperan ser conectados con alguien como usted. Estos son niños que han buscado un mentor. Estos son niños que frecuentemente provienen de hogares de padres solteros, donde una madre o un padre no siempre pueden estar presentes para satisfacer todas las necesidades o estar allí cada momento que un niño lo requiere. Big Brothers Big Sisters me dice que algunos niños esperan tres años para ser elegidos. Para los más pequeños, ¡eso es media vida! Puede encontrar afinidad con un niño que comparte sus mismos intereses, de la misma manera que Jesús y yo compartimos la pasión por el béisbol. Todo lo que tiene que hacer es dar el primer paso.

Tengo más trabajo en estos momentos. Represento a más de 800,000 personas como Supervisor del Condado Maricopa para el Distrito 5, en la esquina suroeste del condado. También estoy en la junta escolar del Distrito de Escuelas Secundarias de Phoenix Union. Estos cargos electos me mantienen ocupado con reuniones y eventos oficiales. Pero todavía tengo tiempo para Jesús y el equipo de béisbol y otras organizaciones comunitarias.

Todos tenemos tiempo para actividades que no generan dinero o prestigio. Todos tenemos tiempo para ayudar a otro ser humano o mejorar nuestra comunidad. Mi amistad con Jesús a través de Big Brothers Big Sisters of Central Arizona me enseñó a no volver a caer en esa trampa de pensar que no puedo hacer más. Los Desafío a que le dediquen tiempo a los demás, especialmente a nuestros jóvenes. Sea voluntario. Sea un mentor. Sea un amigo. Nuestra comunidad es mejor cuando damos más de nosotros mismos y decimos “sí” a los demás.

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