Consecuencias del cierre del gobierno en Estados Unidos

La administración de los Parques Nacionales serán una de las partes más afectadas cuando a partir de hoy un tercio del gobierno federal paralice sus funciones ante la falta de recursos porque el Congreso no aprobó un presupuesto a tiempo, con unos legisladores muy divididos sobre si eliminan por completo la ley del seguro médico de Obama. En Arizona por ejemplo se le impedirá la entrada al público al Parque Nacional del Gran Cañón y la entrada a los miradores a lo largo de la carretera Interestatal 40. Además si una persona es reportada como desaparecida las autoridades no se lanzarán en su búsqueda en las 1.2 millones de acres que abarcan el área en busca de personas; quienes ya hayan comenzado recorridos o estén en campamento en los parques o descensos por el río Colorado podrán completar sus actividades.(Foto/ Jorge Q/Panorama Online)
1 de octubre. Los campistas tendrán que salir de los parques nacionales; algunos ex soldados se verán obligados a esperar más para que les aprueben sus prestaciones por discapacidad; muchas inspecciones alimentarias de rutina serán canceladas y apagarán las cámaras de vigilancia del panda en el Zoológico Nacional.
Las anteriores son algunas de las consecuencias inmediatas cuando el martes dejen de funcionar partes del gobierno debido al estancamiento en el Congreso de las negociaciones presupuestarias.
En estos momentos de discusiones y parálisis política, un plan para administrar la disfunción federal es una tarea que al parecer transcurre sin contratiempos. En todo el gobierno hay planes listos para mantener en funcionamiento los servicios esenciales y minimizar la sensación de las consecuencias entre la ciudadanía. Sin embargo, cuanto más dure el cierre del gobierno, este se hará cada vez más evidente en la vida cotidiana de las personas.
A continuación, un vistazo de lo que sí y lo que probablemente quede y no quede afectado:
La parálisis de Washington afectará desde el principio tanto lugares remotos como a la capital, por ejemplo, los parques nacionales. Todos los servicios en los parques serán cancelados. Los campistas tienen 48 horas para marcharse. Muchos parques, como el de Yellowstone, estarán cerrados al tránsito y algunos quedarán completamente inaccesibles. Los museos Smithsonian en Washington cerrarán, al igual que el zoológico, donde las cámaras registran cada movimiento del cachorro panda que nació el 23 de agosto.
Se prohibirá el acceso a la Estatua de la Libertad en Nueva York, el recorrido Loop Road en el Parque Nacional Acadia en Maine, el recorrido Skyline Drive en Virginia y el Parque Histórico Independencia Nacional de Filadelfia, donde están el Independence Hall y la Campana de la Libertad.
En el Parque Nacional del Gran Cañón se impedirá la entrada del público al parque y a los miradores a lo largo de una carretera estatal del parque que sí permanecerá abierta.
En algunos parques, donde el acceso no es controlado con puertas de entrada, el público podrá continuar sus recorridos en vehículo, bicicleta o a pie. Posiblemente la gente no deje de recorrer el Appalachian Trail, por ejemplo, y los parques con carreteras que los atraviesan, como el Great Smokies, probablemente sigan abiertos.
Las autoridades no se lanzarán a buscar en todo el Parque del Gran Cañón, de 485.633 hectáreas (1.2 millones de acres), en busca de personas; quienes ya hayan comenzado recorridos o estén en campamento en los parques o descensos por el río Colorado podrán completar sus actividades. El cuidado y alimentación de los animales del Zoológico Nacional continuará como es habitual.
La Comisión de Apelaciones de Veteranos de Guerra dejará suspenderá sus fallos, lo que significa que las decisiones sobre algunas reclamaciones por discapacidad presentadas por ex militares se demorarán más de lo normal. El ritmo de los entierros se reducirá en los nacionales. Si el cierre del gobierno dura semanas, podrían ser interrumpidos los pagos por incapacidad y por pensiones.
Continuarán funcionando la mayoría de los servicios del Departamento de Asuntos de Veteranos; el 95% del personal está excluido de la paralización de funciones o tiene presupuesto para continuar pagándoles en tiempo y forma.
Los programas de servicios médicos del departamento reciben sus asignaciones de fondos con un año de anticipación, así que los ex militares pueden continuar viendo a sus médicos, comprar sus medicamentos y acudir a los hospitales del departamento, así como a las clínicas ambulatorias.
Los empleados pueden procesar los pagos de beneficios hasta finales de octubre, cuando comienza a terminarse el dinero a la entidad.
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