Agencias

El presidente le dijo a los miles de asistentes que sabía que las esperanzas de la nación estaban presentes esta noche en el auditorio de la Universidad de Tucson

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Tucson, Arizona, 12 de enero. “Es hora de hablar para sanar, no para herir”, apuntó el presidente de Estados Unidos en su mensaje para recordar a las víctimas de Tucson, Arizona.

Obama aprovechó para pedir a los estadounidenses que no busquen una explicación simple a la masacre de Arizona. “Las cosas malas ocurren. La verdad es que nadie puede entender este ataque”, dijo Obama durante el acto de recordación por las víctimas del tiroteo en el mitin de la congresista Gabrielle Giffords, quien permanece hospitalizada.

El presidente estadounidense, que había visitado a la demócrata herida, también ha remarcado que desearía que el discurso político sea “más moderado” tras la masacre de Arizona.“No hay nada que yo pueda decir para llenar el agujero que ha quedado en sus corazones repentinamente”, dijo el presidente.

Obama había visitado a Giffords hoy, junto con la primera dama, Michelle Obama. En medio de su mensaje a la nación hizo un paréntesis para preguntar al esposo de la congresista si podía hablar de lo que observó en el hospital. “Gaby abrió los ojos por primera vez”, anunció el presidente seguido por efusivos aplausos de los asistentes.”Ella sabe que estamos aquí, y estamos aquí por ella”, añadió. Por otro lado el presidente sostuvo que, “ he venido aquí esta noche como un estadounidense que, como todos los estadounidenses se arrodilla a orar con ustedes hoy, y estará junto a ustedes mañana. Es hora de hablar para sanar, no para herir”, sostuvo Obama.

El presidente le dijo a los miles de asistentes que sabía que las esperanzas de la nación estaban presentes esta noche en el auditorio de la Universidad de Tucson. Obama resaltó la labor de Giffords, quien se encontraba ejerciendo el derecho a la libertad de expresión con otros constituyentes. Además, invitó a todos a confiar en Dios.

Sin embargo, Giffords no fue la única afectada en la tragedia. En la mañana del sábado seis personas perdieron la vida y 14 resultaron heridas, incluyendo a la representante. El presidente lamentó también la muerte del juez federal John Roll quien contaba con 40 años de experiencia. Asimismo lamentó el fallecimiento de Christina Greeen, quien quería ser la primera niña en jugar en las grandes ligas y al resto de las víctimas.

“Nuestros corazones están rotos”. “Pero también están esperezados”, sostuvo Obama. Al mismo tiempo fue enfático en que es importante pevenir tragedias como estas en el futuro.

“No hay explicación para estos ataques viciosos”, puntualizó.”Debemos aprovechar esto para escuchar más cuidadosamente”, opinó Obama.

El presidente explicó que Roll era un hombre que demostraba su fidelidad a través de la ley. Mientras que en la niña asesinada se podía ver a todos los niños enérgicos. Green había nacido el día de los atentados terroristas a las Torres Gemelas de Nueva York.

Como reflexión Obama concluyó que hay que aprender a ser mejores personas y mejores vecinos. “Yo quiero que Estados Unidos, sea como Christina lo imaginaba, que vaya con las ecpectativas de nuestros niños.”, exclamó el presidente. Los documentos judiciales muestran que Jared Lee Loughner, el sospechoso, había tenido contacto con Giffords anteriormente. Entre otras pruebas se incluye una carta dirigida a él con papelería de Giffords del Congreso, donde ella le agradecía por haber asistido a un acto político en un centro comercial en Tucson en el 2007.

Giffords, de 40 años, es una demócrata moderada que padeció ataques frecuentes de la derecha por su apoyo a la reforma de salud impulsada por la Casa Blanca, y su oficina en Tucson sufrió destrozos el día que la cámara baja aprobó esa medida en marzo.

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