Luego de reunirse con Peña Nieto en México, Donald Trump continúo con su misma retórica anti inmigrante en Phoenix

Repetidos enfrentamiento se suscitaron entre los seguidores de Trump y los oponentes al candidato republicano durante su visita a Phoenix, Arizona donde Trump dio un discurso, nada nuevo sobre su política de inmigración.
Phoenix, Arizona, 01 de septiembre. Como si del más descarado acto de hipocresía, nunca antes visto, Donald Trump nuevamente le falto el respeto a la comunidad inmigrante, de Estados Unidos. Primero el supuesto millonario tuvo un encuentro con el presidente de México Enrique Peña Nieto, y delante de las cámaras de los distintos medios internacionales se deshizo en elogios hacia los mexicanos. Trump intentó tender puentes en Ciudad de México describiendo a los mexicano-estadounidenses como “espectaculares” e “increíbles”, y afirmando que la inmigración irregular y la fuga de empleos de mano de obra perjudican tanto a los mexicanos como a los estadounidenses, sus palabras no le ganaron muchos amigos al sur de la frontera.
El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, prometió el miércoles que cualquier persona que esté ilegalmente en su país será deportada si es elegido, reforzando su posición de línea dura luego de probar con un enfoque más conciliador.
En un importante discurso en Phoenix, Arizona, en Phoenix Convention Center, ofreció una visión nada nueva y sombría sobre los 11 millones de personas que se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal, una rato después de decir en México que muchos eran “grandes personas” que han contribuido a la sociedad de su país.
El empresario de Nueva York dijo que, bajo su plan, los inmigrantes ilegales tendrán que volver a su país de origen y volver a solicitar el reingreso.
“Nuestro mensaje al mundo será este: No pueden obtener un estatus legal o convertirse en un ciudadano de Estados Unidos al ingresar ilegalmente a nuestro país”, declaró Trump. “La gente sabrá que no pueden simplemente pasar de contrabando, ocultarse y esperar a ser legalizados”, agregó.

Las protestas en contra de Donald Trump a las afueras del Phoenix Convention Center fueron una imagen que se repitió, durante la presentación de Donald Trump, en el céntrico escenario de la ciudad de Phoenix, AZ.
Trump nuevamente prometió que México pagará por la construcción de un “gran muro en la frontera” entre ambos países. El republicano habló horas después de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, le dijo en una reunión en la capital mexicana que su país no pagará por el muro.
“Vamos a construir un gran muro a lo largo de la frontera sur”, aseguró Trump. “Y México pagará por el muro – 100 por ciento. Ellos no lo saben todavía, pero van a pagar por el muro”.
En su discurso, Trump hizo hincapié en que, si llega a la Casa Blanca, su prioridad en las medidas que adoptará contra la población indocumentada en Estados Unidos será deportar rápidamente a los que han cometido delitos graves.
También dijo que formará una comisión para estudiar desde qué regiones o países suspendería la inmigración procedente, y dijo que Siria y Libia estarán en un nivel alto en su lista.
Trump dijo que también establecería un “grupo de trabajo para la deportación” que identificaría a delincuentes para ser expulsados y podría triplicar el número de agentes de la patrulla fronteriza.
Trump va a la zaga de su rival demócrata, Hillary Clinton, en las encuestas de opinión para las elecciones del 8 de noviembre. Sus asesores esperaban que el viaje a México le hiciera lucir más presidencial, demostrando su voluntad para lidiar de manera frontal con el tema de las relaciones con su vecin

El ingenio de los protestantes no se hizo esperar y se las arreglaron para llamar la atención de público ien Phoenix, Arizona y el mundo.
Visita de Trump a México
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, le dijo el miércoles al candidato republicano Donald Trump que su país no pagará por un muro fronterizo que el aspirante a la presidencia de Estados Unidos ha propuesto para frenar la inmigración ilegal, dijo a Reuters el portavoz presidencial, Eduardo Sánchez.
Tras una reunión entre Peña y Trump, éste dijo en un mensaje a medios conjunto que no habían discutido quién pagaría por el muro.
“Fue claro el presidente y se lo dijo (…) como lo he dicho en varias ocasiones, ustedes están en libertad de proteger sus fronteras como lo consideren más conveniente. México no va a pagar por ese muro”, dijo Sánchez vía telefónica.
El portavoz admitió que tomó un poco por sorpresa al Gobierno mexicano que Trump aceptara tan rápido una invitación que le fue cursada el viernes pasado para que visitara México y que llegara el miércoles.
Donald Trump afirmó el miércoles que conversó con Enrique Peña Nieto sobre su propuesta de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México para frenar la inmigración ilegal, pero el mandatario le dejó en claro que su país no lo pagará.
Así, Peña contradijo en su cuenta de Twitter al magnate estadounidense, que había dicho horas antes que los dos habían abordado el tema de la muralla pero no de cómo sería pagado.
“Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”, dijo Peña, quien agregó en otro tuit que luego la conversación se fue por otros temas y se desarrolló de manera respetuosa.

Diferentes Organizaciones defensoras de los derechos civiles de los inmigrantes, así como ciudadanos comunes manifestaron su descontento por la visita de Donald Trump a Phoenix, Arizona, 5ta que el candidato republicanos realiza, convirtiendo a esta ciudad fronteriza con punta de lanza de su retórica de odio.
La promesa de Trump de construir un muro en la extensa frontera de 3,200 kilómetros si gana la presidencia de Estados Unidos en noviembre ha irritado a los mexicanos, en medio de una fuerte retórica del candidato contra la inmigración ilegal.
Tras un sorpresivo encuentro el miércoles en México, Trump aseguró a la prensa en la residencia presidencial: “Discutimos sobre el muro, no discutimos el pago del muro, ese será un dato posterior. Esto fue un encuentro preliminar, fue un excelente encuentro”.
Hace meses había propuesto que se pagaría con un impuesto a las millonarias remesas que los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos envían a sus familias en el país vecino.
Trump, quien ha acusado a México de ser la fuente principal de los inmigrantes ilegales y las drogas que ingresan a Estados Unidos, llegó a Ciudad de México en un sorpresivo viaje luego de que Peña lo invitara a él y a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a visitar al país.
En comentarios tras la reunión, Peña dijo que su deber es defender a los mexicanos dondequiera que se encuentren y que durante la conversación, él y Trump trataron de aclarar los dichos del candidato que agraviaron a su país.
“Los mexicanos en Estados Unidos son gente honesta (…) Los mexicanos merecen el respeto de todos”, dijo, y reconoció que la inmigración ilegal sigue siendo uno de los retos de la seguridad fronteriza incluyendo a los “no mexicanos” que cruzan hacia el norte, refiriéndose a los centroamericanos.
AVANCE GENERAL
El portavoz de la presidencia, Eduardo Sánchez, dijo que la reunión marcó un “avance general” porque fue una conversación entre dos personas que no se conocían y que el propósito de Peña era decirle a Trump algunas cosas.
“También nosotros tenemos problemas con la frontera desde el punto de vista de las armas que pasan a México de manera ilegal y desde el punto del dinero en efectivo que cruza la frontera mexicana, así como también la buena disposición para una modernización del tratado de libre comercio y desde luego que no habrá tal pago de muro”, dijo a Reuters por teléfono.
La visita desató una lluvia de críticas contra Peña.
“¿En qué cabeza cabe invitar a Donald Trump? Los mexicanos tenemos memoria y dignidad. @realDonaldTrump no es bienvenido a México”, dijo en su cuenta de Twitter Ricardo Anaya, líder del Partido Acción Nacional (PAN), la principal fuerza de oposición en el Congreso.
El candidato también se ha comprometido a renegociar y hasta desechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, México y Canadá, que asegura sólo ha provocado que su país pierda millones de puestos de trabajo.
Pero tras la reunión con Peña suavizó su postura y propuso que el tratado sea revisado y mejorado. “Compartí mi fuerte visión de que el TLCAN ha sido un beneficio mayor para México que para Estados Unidos y que tiene que ser mejorado para asegurar que los trabajadores (…) en ambos países se beneficien de un comercio justo y recíproco”, dijo.
Peña Nieto se mostró abierto a revisar el tratado y a “superar los malos entendidos”.
La visita se produjo horas antes de que Trump pronuncie un discurso en Phoenix, en el estado fronterizo de Arizona, sobre sus propuestas de política inmigratoria.
Unas 50 personas se congregaron luego del mediodía en un emblemático punto de la capital para repudiar la visita portando carteles con frases como “Trump, no eres bienvenido”, “#FueraTrumpFueraEPN”, “Trump y Peña Fuera” y “Largo de aquí, trompudo, México te repudia”.
Y en su cuenta de Twitter, Clinton publicó una lista de ideas que su rival en los comicios del 8 de noviembre ha propuesto en contra de México y de la inmigración ilegal, uno de los principales problemas entre ambos países, que comparten una conflictiva y extensa frontera. (Reporte de Anahí Rama, Noé Torres, Dave Graham y Chrissie Murray en Ciudad de México, Susan Heavey en Washington y Emily Flitter en Nueva York; editado por Patricio
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