Facebook y el Hospital St.Joseph’s dan una segunda oportunidad de vida a una joven del Valle

Dos mujeres cuyas vidas se cruzaron gracias a la bondad de una y la fe de la otra. Katie Grannan (izq) recibió la donación de un riñon por parte de Amy Sperry (der), en el hospital St. Joseph de Phoenix, el 18 de Nov. de 2014, ya que la donante se enteró por Facebook que la hija de su amiga necesitaba un transplante.
Phoenix, Arizona. Especial de Salud Panorama Online/ Mayo-Junio 2015. Muchos utilizan las redes sociales para tener amigos, promover su popularidad o simplemente para colocar fotos. Pero es alentador dar a conocer otro aspecto de lugares como el Facebook, y es el de colaborar con acciones sociales positivas que ayudan a encontrar soluciones de vida para personas con alguna enfermedad.
Uno de los primeros pacientes en recibir un trasplante de riñón a través del Nuevo programa de Dignity Health del Hospital y Centro medico St. Joseph’s, tuvo la oportunidad de obtener este regalo de vida, gracias a la red social de Facebook.
6 meses después del trasplante, Katie Grannan , de 27 y años y residente de Flagstaff, Arizona, se encuentra progresando y en recuperación y ha regresado a su trabajo de ventas de implementos médicos.
Ella dice que todo es gracias al poder de las redes sociales y un sincero acto de bondad humanitaria por parte de una amiga de la familia, Amy Sperry, quien vive en Corville, AZ.
“Éramos vecinos y el esposo de Amy trabajaba con mi padre en el negocio de bienes raíces en Flagstaff y nuestras familias se volvieron muy unidas. Ellos se mudaron, hace 3 años”, dijo Grannan, quien padece de una extraña enfermedad del sistema inmunológico la que hizo daño a sus riñones y de la que viene sufriendo hace 17 años. “Perdimos un poco el contacto, pero mi mamá y Amy continuaron siendo amigas en el Facebook y esa fue la forma de que ella se enteró de que yo necesitaba un riñón”.
En Julio de 2014 Rajiv Poduval, Nefrólogo y director medico del nuevo programa de trasplante de riñón en el hospital St. Joseph’s, le comunicó a la joven de Flagstaff que su función renal se había reducido un 14% y por eso debía comenzar con las diálisis o recibir un trasplante de riñón para poder seguir viviendo.
Con el tiempo en su contra a la madre de Katie se le ocurrió colocar una petición en Facebook.
“Fue increíble como en poco tiempo comenzamos a recibir ofrecimientos de la gente”, explicó Grannan , quien es graduada de Arizona Northern University y quien recibió el trasplante el 18 de Noviembre de 2014.
“Amy se adelantó a todas las otras respuestas, y nuestras oraciones fueron escuchadas. Ella se realizó todas la pruebas medicas y resultó perfectamente compatible. No tengo palabras con que agradecerle, ella es increíble”.
Sperry comentó que ella simplemente quería ayudar y esto se veía como una simple decisión. “Yo pensé, estoy sana, entonces porque no voy a poder ayudar a Katie?” Por otro lado la bondadosa mujer había escuchado que la recuperación del donante era mucho peor que la del que recibía el riñón, pero ahora ella ya disipo esa duda.
“Yo estaba dando caminatas por las salas del hospital 15 horas después de la operación”, dice Sperry quien actualmente ve a un nefrólogo en el hospital St. Joseph’s periódicamente, cada seis meses.
“Tome unas pocas semanas de baja laboral y me sentí 100% por ciento normal al mes de la operación. Espero que otros que estén considerando la donación en vida , empiecen a hacer sus investigaciones, los médicos no les permiten donar si no están en buen estado de salud, me gustaría poder donar de nuevo, si pudiera”, señaló Sperry.
La obtención de órgano y trasplante se realizaron en el hospital St. Joseph’s, por los cirujanos, James Cashman, MD, y Jeffrey Brink, MD.
El Equipo de trasplante renal del hospital St Joseph’s tiene un enfoque multidisciplinario y consta de nefrólogos, cirujanos, coordinadores de trasplantes, trabajadores sociales, farmacéuticos y dietistas.
“Vivir con una enfermedad renal no ha sido fácil”, dice Grannan. “Tuve que lidiar con el dolor de espalda constante y fatiga extrema y fui hospitalizada varias veces. Yo sabía que iba a necesitar un trasplante en algún momento. Ahora celebro cada día. Gracias a Amy, Facebook, y el equipo de San Joseph’s puedo volver a vivir mi vida! “
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