Egipto: cristianos y musulmanes unidos en las protestas
El Cariro, Egipto, 10 de febrero. Informe especial por Anne Alexander, una académica del Centro para la Investigación de las Artes, las Ciencias Sociales y las Humanidades de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.
Las tensiones religiosas en Egipto han quedado de un lado al tiempo que musulmanes y cristianos se unen a las protestas contra el gobierno. Apenas unas semanas después de un atentado contra una iglesia cristiana en Nochebuena, que sacudió la ciudad portuaria de Alejandría, las tensiones religiosas en Egipto han quedado de lado al tiempo que musulmanes y cristianos se unen a las protestas contra el gobierno.
Mientras me dirigía a la plaza Tahrir en El Cairo, durante las protestas en contra del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, un graffiti captó mi atención.
Garabateado sobre un pilar de concreto estaba el símbolo de una media luna musulmana abrazando la cruz cristiana y las palabras: “Todos estamos contra el régimen”.
Durante la gran protesta del ‘Día de la Despedida’ en la Plaza Tahrir el pasado viernes, cristianos coptos hicieron una cadena humana en torno a sus hermanos y hermanas musulmanes al tiempo que éstos rezaban las oraciones del mediodía.
Dos días después, el “domingo de mártires” fue celebrado por los egipcios de ambas religiones como una afirmación de unidad nacional ante la lucha.
En ese día, una multitud se reunió frente al sistema de sonido del edificio de gobierno Mogamma en el lado este de la plaza.
Un hombre con un abrigo empezó a hablar al tiempo que el canto se apagaba.
“Era alguien de la iglesia, un sacerdote,” me explicó una persona en medio de la multitud.
“Estamos todos juntos en esto. Musulmanes y cristianos” , me dijeron. Otras personas estaban escuchando y asintiendo con la cabeza.
“Una sola mano, una sola mano”, gritó la multitud.
Esta vez no estaban hablando de la gente y del ejército, como lo habían hecho unos días antes, se referían a la unidad egipcia. Musulmanes y cristianos: una sola mano.
Cristianos en la mira
El signo de la media luna abrazando la cruz estaba en todas partes: desde la cuidadosa caligrafía de los carteles hechos a mano, hasta las consignas que se encontraban escritas sobre las piedras en el piso.
Un cristiano copto con una pancarta que pide la renuncia de Mubarak en nombre de cristianos y musulmanes.
Vi a tres hombres de edad avanzada, dos musulmanes que mientras sostenían copias del Corán, abrazaban a un tercero que tenía una cruz adornada sobre su pecho.
Un grupo de hombres y mujeres interpretó -acompañados de una guitarra- una canción de la revolución de 1919. “Levántate, oh Egipto, levántate. Musulmanes, cristianos y judíos”. La adopción de consignas y símbolos de la unidad entre musulmanes y cristianos es particularmente importante en un contexto donde la comunidad copta ha sido el blanco de una serie de ataques recientes.
Otro canto que se oía en la plaza Tahrir el domingo conmemoraba a los muertos en un atentado con bomba a las afueras de una iglesia en la víspera de Año Nuevo en Alejandría.
“Ellos son mártires de nuestro movimiento también”, gritó una joven.
Antiguas consignas
El hecho de que sólo unas pocas semanas después del ataque de Alejandría, los coptos de Egipto pudieran rezar públicamente en las calles de El Cairo, en medio de una abrumadora multitud de musulmanes que protestaban y protegidos por filas de voluntarios de la Hermandad Musulmana en la entrada a la plaza, podría indicar un cambio en la atmósfera en Egipto.
Algunos irían más lejos, argumentando que es el gobierno de Egipto -en vez de un sentimiento popular anticristiano- el que ha jugado un papel crucial para avivar la violencia contra la comunidad copta.
“La discriminación sistemática contra los coptos ha sido común en algunas áreas, como la exclusión de altos cargos militares y de gobierno”, dijo Maha Abdel Rahman, profesora de política y sociedad egipcia de la Universidad de Cambridge.
El ataque registrado en Alejandría dejó un saldo de más de 20 muertos.
“Pero el mayor crimen del Estado ha sido en la forma en que indirectamente ha incitado a la tensión sectaria entre musulmanes y cristianos”, agregó. “Lo ha hecho usando su control completo sobre los medios de comunicación estatales, la educación y las instituciones religiosas”, añadió. A pesar de que muchos lo ven como un legado de la discriminación religiosa patrocinada por el Estado, la actual generación de manifestantes puede recurrir también a una larga tradición de protesta compartida.
El símbolo de la media luna abrazando la cruz fue la bandera de la Revolución de 1919 en contra del control británico de Egipto y se convirtió en la insignia del partido nacionalista Wafd que dominó la política egipcia hasta principios de la década de 1950.
Más recientemente, consignas explícitamente antisectarias han sido adoptadas por recaudadores de impuestos y empleados ferroviarios durante sus protestas y paralizaciones desde finales de 2007.
Incluso, los coptos recientemente se han estado preparando para luchar contra el Estado por su propia cuenta, enfrentándose con la policía en protestas por la construcción de una nueva iglesia en noviembre de 2010, por ejemplo.
Queda por ver si esta unidad forjada en la lucha va a echar raíces profundas y duraderas en la sociedad egipcia, pero Maha confía en que el potencial de cambio es real.
“El frente unido que han usado los manifestantes en favor de la democracia muestra que los egipcios, una vez unidos, pueden subvertir la manipulación del régimen”, concluyó.
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