Napolitano: “El Congreso tendrá que actuar” sobre la reforma migratoria
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, afirmó hoy que ha habido mejoras en la vigilancia fronteriza desde 2007 e instó al Congreso a que apruebe una reforma que saque de la sombra a los inmigrantes indocumentados.
“Necesitamos que el Congreso cree la base legal para sacar de la sombra a los millones de inmigrantes indocumentados… nunca tendremos una ley o seguridad nacional plenamente eficaz mientras tantos millones permanezcan en la sombra”, dijo Napolitano ante el Centro para el Progreso Estadounidense (Center for American Progress, CAP).
Aunque la presentación de Napolitano ante el CAP no ofreció novedades, sí sirvió para emitir el mensaje político de la joven Administración a favor de la reforma, pese a un panorama que, por ahora, no le es favorable.
Tanto legisladores hispanos del Congreso como grupos afines en todo el país exigen del Congreso y la Casa Blanca acciones concretas para reactivar el debate sobre una reforma migratoria integral.
En el Congreso, el legislador demócrata Luis Gutiérrez encabezó el verano pasado una campaña nacional a favor de la reforma y ha estado presionado a la Casa Blanca para que invierta capital político en el tema.
La reforma migratoria ha quedado relegada a las otras prioridades legislativas como la reforma de salud, el combate al cambio climático y una mayor regulación del sistema que rige a los bancos.
Sin embargo, Napolitano reiteró que el presidente Barack Obama está comprometido con el asunto “porque la necesidad para la reforma migratoria es muy clara” y que “cuando el Congreso esté listo para actuar, estaremos listos para apoyarlos”.
A lo largo de su presentación de una hora ante el CAP, Napolitano reiteró el mensaje de que la inmigración ilegal es un problema “que nubla nuestro futuro” y exige una solución, en vez de continuar postergándola de año en año.
Napolitano hizo un repaso de lo que ha cambiado en materia de seguridad nacional y fronteriza desde 2007, cuando fracasó la reforma migratoria en el Senado.
Para Napolitano, esas mejoras hacen que la reforma sea ahora “más asequible”, tomando en cuenta que en 2007 muchos legisladores condicionaron su apoyo a que el Gobierno fortaleciera la vigilancia en la frontera con México, por donde se cuela la mayoría del tráfico de indocumentados.
Como ejemplo del cambio en el paradigma, citó la “transformación” de la seguridad en la frontera del suroeste de EEUU, a través de una inversión de recursos humanos, tecnológicos y de infraestructura “sin precedente” en la zona.
“Muchos de los requisitos que los miembros del Congreso establecieron en 2007 se han cumplido”, entre éstos un incremento a 20.000 agentes de la Patrulla Fronteriza, y la construcción de más de 965 kilómetros de muros y vallas en la frontera, aseguró Napolitano.
Ambos hitos “demuestran que hemos captado el mensaje del Congreso”, observó Napolitano, quien también enumeró las medidas emprendidas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para la detención y expulsión de indocumentados criminales y para castigar a empresas que continúan contratando a trabajadores “sin papeles”.
Otro cambio de gran peso es que un mayor segmento de la sociedad civil apoya la búsqueda de una “solución sensible a este problema”, continuó.
Pero la reforma migratoria, enfatizó, debe apoyarse en tres elementos clave: el cumplimiento de las leyes, la regularización de flujos migratorios futuros y una fórmula “firme pero justa” para responder a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que ya viven en Estados Unidos.
Según la funcionaria, una reforma unidimensional como la de 1986 no tendrá éxito porque, por ejemplo, prometió hacer cumplir las leyes pero al final no se puso en práctica.
“Eso ayudó a que llegáramos a la situación actual, y minó la confianza de los estadounidenses en cómo responde el Gobierno a este asunto. Es un error que no debe ocurrir ni ocurrirá de nuevo”, advirtió Napolitano.
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