Obama pide implicación de “todos los hispanos” para reducir deserción escolar
Washington D.C., 29 de marzo. El presidente Barack Obama llamó la atención de los estudiantes hispanos de todo el país sobre uno de los grandes problemas que les afectan, la deserción escolar, con el argumento de que Estados Unidos los necesita “a todos” para avanzar.
En un encuentro con 600 padres, estudiantes y maestros en la escuela secundaria Bell Multicultural, en un barrio latino de Washington, Obama señaló que la presencia creciente en las escuelas de hispanos, que son un 22 por ciento de los estudiantes, significa que el país tendrá en el futuro “una fuerza laboral diversa”.
“Ocho de cada diez trabajos en el futuro requerirán una educación superior. Eso significa que nadie, ninguno de ustedes, puede abandonar la escuela”, subrayó el presidente en el acto, organizado por la cadena televisiva Univisión y que se emitió anoche.
Sin embargo, las estadísticas muestran que sólo cerca de la mitad de los alumnos hispanos logra completar la secundaria en el periodo de tiempo establecido, y de ellos, son muy pocos los que llegan a las universidades.
Según el Departamento de Educación, apenas un 13 por ciento de los latinos obtienen una licenciatura, y un 4 por ciento consigue un diploma de posgrado.
Ante ese reto, el Gobierno de Obama confía en atajar la base del problema en los “alrededor de 2.000” colegios que concentran las mayores tasas de deserción escolar del país, y en seguir impulsando programas “para los alumnos que se han quedado atrás”, como ‘Race to the Top’.
Pero en esa tarea también es clave la colaboración de los padres, que aunque en muchos casos no pueden ayudar a sus hijos con la tarea porque no dominan el inglés, o les ven poco porque tienen varios empleos, deben esforzarse en “leer con ellos, asegurarse de que hacen los deberes y hablar con sus profesores”, opinó Obama.
Las diferencias en los fondos dedicados a Educación y Defensa fue otra de las preguntas de los estudiantes, a lo que el presidente respondió que, “pese a sus muchos compromisos” en Afganistán e Irak, ha propuesto aumentar este año el presupuesto educativo, lo que consideró una condición necesaria para “ser fuertes en el exterior”.
“Sólo vamos a conseguir ser fuertes fuera en la medida en la que lo seamos aquí. Y para eso necesitamos una población educada”, aseguró.
El “Dream Act”, que abriría una vía a la legalización para los estudiantes indocumentados que se inscriban en las Fuerzas Armadas o completen dos años de universidad, fue otro de los grandes protagonistas del acto, en el que Obama reafirmó su compromiso con la medida.
Pese al estancamiento en el Congreso de la propuesta, el presidente consideró inviable aplicar alternativas a la medida, como la de firmar una orden ejecutiva que impida las deportaciones.
“No es el caso”, respondió el mandatario. “Tenemos suficientes leyes aprobadas por el Congreso que indican muy claramente cómo debe funcionar nuestro sistema migratorio. La posibilidad de firmar una orden ejecutiva e ignorar todas esas leyes no encaja con el papel apropiado que debo tener como presidente”.
También rechazó la idea de concederles un Estatus de Protección Temporal (TPS), ya que ese estatus se ha otorgado “históricamente” a inmigrantes que huían de “persecuciones o situaciones de emergencia en sus países”, y “no sería apropiado usarlo para un grupo en particular sólo porque estén buscando oportunidades económicas”.
Eso no significa, añadió, que su Gobierno vaya a dejar de proponer “legislación que pueda cambiar el sistema”, por lo que instó a los estudiantes indocumentados a escribir a sus congresistas y urgirles a sumar su apoyo al “Dream Act”.
“El cambio en este país nunca se ha logrado de la noche a la mañana. Muchos de nuestros grandes avances se han conseguido gracias a jóvenes que estaban dispuestos a luchar y hacer sacrificios por algo en lo que creían”, señaló Obama.
El presidente añadió que su Gobierno ha “redefinido sus prácticas de deportación” para aumentar un 70 por ciento la de indocumentados criminales, mientras disminuía la de aquellos sin antecedentes penales.
En cuanto al uso de tecnología en las escuelas, Obama, que confesó a los alumnos que posee una Blackberry y un iPad, consideró que es “importante y útil”, pero “no es la respuesta a todo”.
También cuestionó la eficacia de ciertos métodos educativos, como las pruebas de nivel que se repiten cada año y “se han utilizado en muchos casos para castigar a estudiantes”, por lo que podrían ser una de las cosas que cambiar en una futura reforma educativa.
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