Phoenix Zoo, diversión y educación a favor de la conservación de las especies
Phoenix, Arizona. Especial de Medio Ambiente – Un día en el Zoológico de Phoenix, (Phoenix Zoo) no sólo es una experiencia donde se mezclan entretenimiento y diversión, es una jornada para compartir en familia y de primera mano infundirle a los niños y consolidar en toda la comunidad la toma de consciencia de que el entorno en que vivimos no nos pertenece solamente a los seres humanos, sino que lo debemos compartir con los demás seres vivos y por ende al ser parte de esta cadena nos corresponde hacer nuestra parte y vivir en armonía.
Con exhibiciones y actividades que promueven el bienestar del mundo natural, el Phoenix Zoo no solo muestra a los animales en su habitad como una atracción, sino que su misión principal es la conservación de dichas especies, con miras a que también las futuras generaciones puedan disfrutar de ellas.
Como un remanso de paz natural, esta institución zoológica de clase mundial se abre al visitante en una inmensidad de 125 acres de tierras ubicadas en Papago Park, quebrando el ambiente citadino cercano al centro de la ciudad de Phoenix y sumergiendo al público en una jornada diferente, transformando el paisaje desértico en un panorama rodeado de animales de distintas partes del globo, pero también de lagos, vegetación exuberante y mucha diversión.
En el Phoenix Zoo el entretenimiento va de la mano de la conservación, el respeto por la vida animal y la educación. Desde que abriera sus puertas en 1962 hasta el día de hoy, el Zoológico de Phoenix se ha convertido en un santuario de conservación tal y como lo soñó su visionario fundador, Robert Maytag, proveniente de una de las familias pioneras en el Valle del Sol.
Más de 1300 animales ubicados en diferentes hábitats divididos por caminos y senderos como “The Arizona Trail”, con la fauna y flora típica del Suroeste Americano;“The African Trail”, “The Tropics Trai”l y un lugar especial para los niños, “The Children’s Trail”, que incluye un zoológico de mascotas, ofrecen al visitante un lugar de esparcimiento, pero a la vez de contacto único con la naturaleza, siendo este el Zoológico sin ánimos de lucro más grande en Estados Unidos, que no recibe fondos por ejemplo de la ciudad de Phoenix y cuyo medio de sostenimiento es a través de sus miembros, visitantes y donadores.
Actualmente el Zoológico de Phoenix se encuentra desarrollando una campaña que persigue el convertirlo en una institución de clase mundial que continúe atrayendo visitantes de diferentes latitudes así como a los locales que siempre tienen algo nuevo que descubrir como la exhibición próxima a inaugurarse de los orangutanes, “Horang – Hutan: People of the Forest!”, que será abierta al público a partir del 11 de abril, convirtiéndose en la exhibición más grande desde que el Zoológico abriera sus puertas en 1962.
Para hacer este plan realidad no solo están construyendo una cadena de miembros más amplia y sólida, ofreciendo tentadoras ofertas, sino que brindan una oportunidad única de educación a todos los visitantes creando así una verdadera conexión entre la sociedad local y el esfuerzo global con respecto a valorar, conservar, defender y preservar la vida salvaje.
Con este compromiso conservacionista es admirable como el Zoológico de Phoenix abrió sus puertas recientemente a unos visitantes que quizá no sean tan conocidos, pero que encontraron aquí en Phoenix su hogar.
De cada experiencia negativa siempre nace una esperanza. Después del derrame de petróleo, que comenzó el 20 de abril de 2010 tras la explosión de una plataforma petrolífera en las costas del Golfo de México, este terrible desastre ecológico amenazó a multitud de aves marinas como los pelícanos.
Esto movilizó a muchos voluntarios rescatistas que se desplazaron a la zona afectada buscando indicios de vida salvaje en peligro. En una zona del desastre ecológico fueron ubicados aproximadamente 20 “Pelicanos Blancos Americanos”, que yacían casi sin poder moverse atrapados en una mancha de petróleo.
Las simpáticas aves fueron distribuidas en diferentes lugares del país y 6 de ellas fueron reubicadas en el Zoológico de Phoenix, en un habitad similar al suyo donde actualmente comparten su apacible vida con otras aves como el Flamingo.
Como nos lo explicó la vocera del Zoológico de Phoenix, Linda Hardwick , “Este fue un evento muy emocionante equivalente al nacimiento de algún nuevo miembro y que fue cubierto tanto por medios locales como internacionales y que requirió un esfuerzo para que después de estar en cuarentena y ya recuperados, los pelicanos encontraran aquí en el Phoenix Zoo un nuevo hogar”.
Linda continuó comentando que el Phoenix Zoo hace parte de un programa de conservación de especies, “Cada vez que un animal llega al Zoológico de Phoenix, es parte de este plan y de hecho tenemos un centro de conservación y varias especies en vía de extinción han sido parte de este lugar y restablecidas para procurar su conservación”.
Históricamente el Zoológico de Phoenix han incluido y tenido como actividad principal no solo el mostrar al público especies animales en su hábitats naturales, sino que ha servido como un santuario para la reintroducción, rescate y rehabilitación de muchos de ellos. Desde su apertura el Zoológico siempre se ha enfocado en el esfuerzo de conservación de las especies llevando a cabo programas con esta finalidad.
Algunos animales en vía de extensión y que han sido tratados en el Phoenix Zoo con el fin de procurar la no extinción de estos, son por ejemplo el Arabian Oryx o el Cóndor Californiano, solo por dar dos ejemplos. Así el Zoológico de Phoenix ofrece de alguna manera alberque a esos animales que necesitan un lugar para su recuperación y preservación.
Linda continúa explicando que hay muchas formas como podemos colaborar en la protección de las especies, como por ejemplo dejar de comprar ciertos productos que pueden perjudicar los delicados hábitats donde viven, conservar el agua, la energía, envolvernos y apoyar causas y actividades ecológicas como el simple hecho de reciclar nuestra basura. “Cuando vengan al zoológico les aconsejo leer toda la información acerca de los animales en exhibición que hay en los carteles ya que muchos de ellos están en vías de extinción y así tomar consciencia sobre este hecho pero además hay muchos personas disponibles es cada exhibición a las que les pueden hacer preguntas al respecto de cada especie y así estar más informados y aprender al respecto de estas criaturas”, sugirió Hardwick.
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