Pero esto no es casualidad, debatía en Arizona, cuna de la conocida ley antiinmigrantes SB1070 y donde la mayoría de los votantes hispanos son demócratas.

Aquí fue donde el ex gobernador de Massachusetts, hizo su agosto temprano diciendo que los esfuerzos de su gobierno para deportar a los indocumentados son una de las políticas de las que se siente más orgulloso dentro de su carrera. Además dijo que con la ley SB1070, “Arizona y los estados que han aprobado leyes antiinmigrantes estaban haciendo el trabajo que Barack Obama no estaba haciendo”. Y defendió vehementemente el sistema de vericación de empleados E-Verify, diciendo que Arizona debe ser un modelo a seguir.

Ron Paul también fue bastante severo en su postura sobre la inmigración ilegal  y dijo que “Estados Unidos debe dejar de premiar a los inmigrantes indocumentados y debe empezar a procesarlos por allamiento”. ¿Mensaje subliminal contra una reforma? Mientras, Newt Gingrich señaló que de llegar a la Casa Blanca, evitaría todas las regulaciones federales para completar el muro fronterizo el 1 de enero del 2014, para lo cual convocaría a los gobernadores de estados fronterizos a tomar la iniciativa.

“Aplicaríamos los recursos que sean necesarios para culminar el 1 de enero del 2014. De ser necesario, hay 23 mil efectivos de seguridad nacional en el distrito de Columbia. Estoy preparado para trasladar la mitad a Arizona, Nuevo México y Texas” , agregó.

Actualmente el muro cubre que abarca cerca de 30,000 millas de la frontera con México. Casi la mitad está en Arizona, y el resto en California, Nuevo México y Texas.

Pero no todos los republicanos piensan igual, pues hace algún timpo Jeb Bush, ex gobernador de Florida, planteó públicamente la necesidad de que su partido modifique su mensaje antiinmigrrante para atraer el voto hispano.