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Obama celebra el Cinco de Mayo con compromiso sobre reforma migratoria

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Obama, acompañado de su esposa, Michelle, participó en la tradicional recepción que organiza la Casa Blanca con ocasión del Cinco de Mayo, la fiesta con la que México conmemora la victoria contra los franceses en la batalla de Puebla en 1862 y que se celebra más por los mexicanos en EEUU que en su propio país.

Washington D.C., 5 de mayo. El presidente de EEUU, Barack Obama, aprovechó hoy la celebración de la fiesta del Cinco de Mayo para reiterar un mensaje de compromiso con la reforma migratoria exhaustiva, al afirmar: “quiero comenzar este año” los trabajos.

Obama, acompañado de su esposa, Michelle, participó en la tradicional recepción que organiza la Casa Blanca con ocasión del Cinco de Mayo, la fiesta con la que México conmemora la victoria contra los franceses en la batalla de Puebla en 1862 y que se celebra más por los mexicanos en EEUU que en su propio país.

Tras la polémica desatada la semana pasada, cuando apuntó que el Congreso “puede no tener apetito” para acometer la reforma migratoria en año de elecciones legislativas, Obama aprovechó la ocasión para reiterar su compromiso con la medida, una promesa de campaña que la comunidad latina le reclama que cumpla.

El presidente, que a lo largo de su mandato ha expresado en varias ocasiones su apoyo a la reforma, fue en esta ocasión un paso más allá al asegurar que quiere “comenzar los trabajos este año y quiero que demócratas y republicanos colaboren conmigo”.

Obama reconoció que “va a ser difícil” y requiere el apoyo de los dos partidos, pero subrayó que “se puede lograr y es necesario lograrlo”.

El presidente expresó su apoyo a la propuesta marco presentada por los demócratas en el Senado la pasada semana, que prevé el refuerzo de la seguridad en la frontera y la imposición de multas a los empresarios que contraten a trabajadores ilegales pero abre una vía para la legalización de aquellos indocumentados que ya se encuentren en el país.

En sus declaraciones, en las que incluso se atrevió a saludar con un “buenas noches” en español, el presidente arremetió nuevamente contra la “preocupante” ley recientemente aprobada en Arizona, que convierte en delito estatal el ser inmigrante indocumentado.

“No podemos empezar a señalar a las personas por su aspecto, ni convertir a ciudadanos que respetan la ley o a inmigrantes que han cumplido a rajatabla las reglas, en objetos de sospecha y abuso”, agregó.

Obama recordó que ha dado instrucciones a su Gobierno para que supervise la ley y examine sus implicaciones en los derechos civiles, entre otros aspectos.

La ley de Arizona, continuó, deja en evidencia “por qué tenemos que cerrar la puerta a este tipo de medidas mal concebidas y cumplir nuestras obligaciones en Washington” para reformar el sistema actual.

Pero no todo fueron comentarios políticos. El presidente también se permitió algunas bromas y se deshizo en elogios hacia México, un país con el que EEUU comparte “lazos inquebrantables”.

Así, alabó “la confianza y respeto” que le merece el presidente mexicano, Felipe Calderón, en su colaboración en la lucha en favor de la prosperidad y contra el narcotráfico y la violencia “que amenazan a nuestros respectivos países”.

También elogió “el cariño” que su esposa Michelle -ataviada con un vestido sin mangas y de estampado de rosas- recibió durante su viaje a México el mes pasado, “su primero en solitario como primera dama” de EEUU.

Obama aludió a la “Fiesta Latina” celebrada el pasado octubre en la Casa Blanca como homenaje a la música hispana.

“Michelle preferiría olvidar la visión de mí intentando bailar con Thalia”, la cantante y actriz mexicana, quien en aquella ocasión se atrevió a sacar al escenario al presidente para marcarse unos vistosos pasos de danza, recordó Obama, que prometió que “hoy no va a haber una repetición”.

“No creo que fuera tan desastroso”, agregó el presidente, mientras su esposa, entre risas, le replicaba que “estuviste regular”.

Las declaraciones de Obama se produjeron en el transcurso del acto festivo en el que, con guacamole y tortillas de maíz, se dieron cita en la Casa Blanca algunas de las personalidades latinas más relevantes de EEUU.

Además de la secretaria de Trabajo Hilda Solís, estaban allí el senador Robert Menéndez de Nueva Jersey, el congresista Xavier Becerra, de California, además de líderes de diversas organizaciones hispanas y el embajador de México en Washington, Arturo Sarukhán.

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