Piden justicia para joven hispano muerto a manos de policía de Phoenix

Jack Harris, jefe del Departamento de Policía de Phoenix, dice que se encontró suficiente evidencia para detener al oficial bajo el cargo de asalto agravado y que será la Oficina del Fiscal del condado Maricopa la que determine si el agente podría enfrentar más cargos.
Phoenix, Arizona, 12 de octubre. La comunidad hispana de Phoenix reclama se haga justicia contra el agente de policía que la semana pasada mató a tiros a un joven hispano en su propia casa, en un incidente que ha vuelto a aumentar la tensión en la ciudad.
Desde hace cinco días docenas de personas se congregan diariamente frente a la sede del Departamento de Policía en el centro de Phoenix para exigir “justicia” por el incidente que le costó la vida a Danny Rodríguez, de 29 años.
El pasado 5 de octubre agentes del Departamento de Policía de Phoenix respondieron a una llamada de emergencia hecha por Elvira Fernández, madre del fallecido, quien reportó que su hijo se encontraba dentro de su casa móvil y que ambos habían peleado.
“Les pedí que no le hicieran nada y me lo mataron”, dijo Fernández.
Aseguró que dos oficiales identificados como Richard Chrisman y Sergio Virgillo entraron en la vivienda donde Rodríguez comenzó a gritarles que tenían que irse y que necesitaban una orden para entrar.
De acuerdo con documentos de la corte, Crisman sacó su pistola y la puso en la sien de Rodríguez y le dijo que no necesitaba ninguna una orden para entrar. En los siguientes minutos el policía disparó al perro de la familia en la sala de la casa matándolo.
Ambos oficiales dispararon su arma eléctrica en contra de Rodríguez, quien trató de escapar en un bicicleta, por lo que hubo una nueva confrontación entre el fallecido y Crisman.
Al final Crisman disparó su arma de fuego contra el joven a una distancia aproximada de entre dos y tres pies.
El policía, de 36 años, es un veterano de nueve años con la policía de Phoenix y enfrenta ahora un cargo de asalto agravado por haber colocado su arma en la sien del hispano, sin que éste “representara un peligro”, de acuerdo con documentos oficiales.
Crisman se encuentra libre después de haber pagado una fianza de 150.000 dólares.
Pero para personas como Antonio Varela, residente de Phoenix y uno de los manifestantes, los cargos presentados contra el oficial son “una cachetada” a la comunidad hispana.
Aseguró que continuarán manifestándose todos los días frente a las oficinas del Departamento de Policía de la Ciudad de Phoenix hasta que a Crisman se le presenten cargos por asesinato.
A juicio de Varela, este caso vino a deteriorar aún más las relaciones entre la policía en Phoenix y la comunidad hispana, las cuales han sido tensas desde la implementación de la ley estatal SB1070 a finales de julio pasado.
“La policía no puede verte en las calles porque luego te paran para pedirte papeles”, aseguró.
Por su parte, Jack Harris, jefe del Departamento de Policía de Phoenix, dice que se encontró suficiente evidencia para detener al oficial bajo el cargo de asalto agravado y que será la Oficina del Fiscal del condado Maricopa la que determine si el agente podría enfrentar más cargos.
El caso continúa bajo investigación.
“No podemos permitir que hagan esto con nuestros jóvenes, hoy fue el hijo de esa mujer, mañana puede ser el mío”, dijo Concepción Hernández, residente de Phoenix y madre de cuatro hijos.
En su opinión que lo que ocurrió con Rodríguez es un ejemplo más de los abusos que cometen los departamentos policíacos en contra de los hispanos en Arizona y la consecuencia del sentimiento anti inmigrante fomentado por la aplicación de leyes como la SB1070.
ml/ma
You must be logged in to post a comment Login